30 de mayo de 2017
Una Ruta Práctica para Resolver Conflicto
Por Jim Ferrell
Fundador y socio administrador
El Instituto Arbinger
Mi primera mediación de conflicto en el Medio Oriente ocurrió en el 2007. El libro internacional más vendido de Arbinger, De la Guerra a la Paz, acababa de ser publicado, y el Centro Shimon Peres para la Paz en Tel Aviv reunió a un grupo de Palestinos e Israelíes para una experiencia de tres días con nosotros. El evento fue patrocinado por la Embajada de Dinamarca.
Nuestro objetivo era ayudar al grupo a reunirse y lograr un entendimiento de cómo resolver el conflicto en el Medio Oriente, empezando con ellos mismos. Sé lo que están pensando: Conflicto en el Medio Oriente --tres días; si eso lo debe arreglar. Al final del evento, oficiales del Centro Peres dijeron que nunca habían visto algo tan efectivo en traer a grupos de Palestinos e Israelíes juntos. Este artículo es una rápida recolección de cómo ayudamos a que eso sucediera. Sin importar si tienes tres dias o tres años en un entorno así, una verdad contraintuitiva determinará que tanto podras ayudar. La verdad es esta: si quieres ayudar a Palestinos e Israelíes a resolver el conflicto en el Medio Oriente, no te enfoques en el conflicto del Medio Oriente. Piensa en ello. Personas en un conflicto ya estan comprometidas con sus propias narrativas sobre sus situaciones. Hablar sobre su conflicto simplemente los invita a las mismas narrativas que están ayudando a perpetuarlo. Esto es igualmente cierto en conflictos maritales o de trabajo. Si quieres ayudar a la gente a resolver sus diferencias, ayudalos a enfocarse en cosas que no tienen nada que ver con sus diferencias. De hecho, es una buena práctica empezar por ayudarlos a enfocarse y relacionarse con base en sus similitudes. Así es como hicimos con ese grupo de Palestinos e Israelíes: Dia 1 En nuestro primer dia juntos, aprendimos porciones del material de Arbinger que equipó al grupo con una mayor claridad acerca de las relaciones con los miembros de su familia y vecinos. A través de intérpretes, ellos compartieron sus historias el uno con el otro. Este aprendizaje e intercambio hizo dos cosas: facultó al grupo para que pensara distinto de sus propias situaciones personales, y los llevó a compartir historias de sí mismos con las que otras personas en el grupo se pudieran identificar. Así que, por ejemplo, cuando un joven Israelí escuchó a un Palestino de edad similar contar una historia de su relación con su padre, la persona de Israel pudo verse a sí mismo en la historia, y viceversa. Cada vez que una persona reaccionaba a lo que compartían otros miembros del grupo pensando, “Yo vivo la misma situación en mi hogar o en mi villa,” la distancia que dividía a la gente en el cuarto se acortaba. Tan pronto como empezaron a verse como seres humanos con situaciones similares y retos, la paz en el cuarto comenzó a ser más tangible, lo que a su vez hizo ligeramente más posible la paz en el Medio Oriente. Día 2 La siguiente mañana hicimos que el grupo aprendiera primeros auxilios juntos. Luego de aprender una importante colección de habilidades en primeros auxilios, los hicimos competir en equipos mixtos en una serie de ejercicios de primeros auxilios. La competencia amistosa trajo a los grupos mixtos más cerca al compartir un mismo propósito y meta. La tarde del segundo día, dispusimos de tiempo para que miembros del equipo pudieran escoger actividades que realizar juntos. Algunos nadaron. Otros hablaron. Muchos escogieron jugar fútbol. Les permitimos realizar estas actividades en cualquier grupo que quisieran. No los forzamos a mezclarse. Sin embargo, con la confianza que se había establecido hasta ese momento, los miembros de cada grupo comenzaron a mezclarse fácilmente y a participar juntos en actividades que ellos disfrutaban. Día 3 Fue en el tercer día que finalmente pudimos hablar sobre el conflicto en el Medio Oriente. Empezamos a dividir al grupo en grupos mixtos más pequeños y a asignar a cada grupo una porción distinta de las enseñanzas de Arbinger que habíamos estudiado juntos durante el primer día. Cada grupo luego presentó su porción de ideas al resto del grupo, junto con ejemplos que habían identificado de sus propias vidas. Después de las presentaciones, discutimos y aclaramos más las ideas. Cuando las ideas habían sido completamente presentadas y revisadas, las cuales tomaron la mañana del tercer día, empezamos a aplicar esas ideas a la situación en el Medio Oriente. En la tarde, invitamos a cada grupo mixto a aplicar un conjunto de marcos teóricos de Arbinger al conflicto, desde las perspectivas Palestina e Israelí. Los grupos mixtos discutieron y aplicaron los marcos teóricos desde una perspectiva y luego desde otra. Esto significa que los Israelíes estaban pensando no solo desde su perspectiva, sino también desde la perspectiva de los Palestinos, y viceversa. Se pusieron, como quien dice, en los zapatos de las otras personas. Después de trabajar en cada marco teórico, invitamos a cada grupo a presentar sus hallazgos y aplicaciones, y luego a discutir su visión con el grupo completo. Para cuando terminamos en ese tercer día, el grupo había progresado más hacia un entendimiento mutuo y respeto de lo que los miembros del Centro Peres para la Paz habían alguna vez presenciado. Como parte de los reportajes resultantes del evento, el Presidente del Centro, Uri Savir, pidió reunirse en Tel Aviv esa noche para discutir cómo el Centro Peres y Arbinger podían formar una alianza. Considera unas pocas enseñanzas de esta experiencia; pasos que puedes considerar como una ruta práctica para resolver conflicto.
|
Así que, tan sorprendente como suena, si quieres resolver conflictos, no te enfoques tanto en ellos.
Habrá un momento y una forma de manejarlos, pero cuando estamos en conflicto, nuestros propios impulsos casi siempre nos desvían del momento y de la forma. Para mantenerte en el camino correcto, sigue los pasos de la ruta para resolver conflictos. Recuerda que lidiar directamente con tus conflictos es solo el paso 5 en ese proceso. Empezar ese paso antes, o hacerlo más grande que solo un paso de siete, va a poner todo lo que te importa en peligro. Y no te sientas sobre amenazado por las grietas que sientes en tu relación. Recuerda, son por las grietas que la luz entra. |